Una emulsión es una mezcla de dos líquidos que normalmente no son miscibles, es decir, no se combinan fácilmente. Por lo general, una de las sustancias (la fase dispersa) se distribuye en forma de pequeñas gotas dentro de la otra sustancia (la fase continua).
Un ejemplo clásico es el de la vinagreta, donde el aceite (fase dispersa) se mezcla en pequeñas gotitas dentro del vinagre o agua (fase continua).
Las emulsiones requieren de un emulsionante, que es una sustancia que estabiliza la mezcla, como la lecitina en la yema de huevo que se utiliza para hacer mayonesa.
En la gastronomía, las emulsiones son fundamentales para una variedad de salsas, aderezos y algunos postres. La creación de emulsiones requiere una técnica adecuada, a menudo incluyendo agitación vigorosa, para dispersar una fase dentro de la otra y, en ocasiones, el uso de emulsionantes naturales para estabilizar la mezcla.